Arlequín

Esta instalación sonora está compuesta por dos reproductores de casetes ubicados uno frente a otro, los cuales se conectan a través de una cinta de audio que al desplazarse recrea un sonido como resultado inherente de esa tracción. A su vez, este paso conductor conformado por la cinta representa un trapecio, soporte analógico que posibilita el equilibrio, y el constante ir y venir del arlequín que circula suspendido entre estas bandas.

El arlequín diseñado para esta pieza fue concebido como un cuerpo ligero, con la estética de su representación romboide y colorida siendo fiel a la mítica noción de este emblemático personaje. Finalmente, el proyector traza en la pared sólo un extracto del trayecto recorrido por el arlequín, esbozando la imagen en movimiento de éste acompañado por el ritmo del sonido constantemente presente en la instalación.